Quiero expresar mi total insatisfacción con el servicio al cliente de TIGO. Hace un mes me informaron que podía renovar mi contrato desde mayo, ya que se vencía a partir de junio. El día de ahora, domingo 8 de mayo, fui con mi familia a la agencia de Multiplaza con intenciones de adquirir un nuevo teléfono, donde recibí una atención EXTREMADAMENTE REPUGNANTE por parte del gerente de dicha sucursal (prefiero reservarme el nombre). Me sentí totalmente insultado por su actitud. Me informó que aún me hacían falta 5 meses para poder renovar el contrato y que por el momento no había nada que pudiera hacer, algo totalmente contradictorio a lo que me dijeron hace un mes, en la misma agencia. Su forma de expresarse y lenguaje corporal expresaban soberbia y altanería. No mostró ninguna solución a mi problema y su única respuesta fue que “eran nuevas políticas de la empresa y que las tenía que aceptar”.
En primer lugar, la desinformación brindada es un grave problema de comunicación hacia los clientes, y su atención al cliente sobrepasa los límites de inferioridad.
Sin embargo, eso no fue todo. La gota que derramó el vaso fue al preguntarle quién era el gerente, y él nos aseguró que él mismo ocupaba dicho cargo. Al cuestionarle que si todos sus subalternos eran igual de repugnantes que él, su respuesta literal fue: “Sí, así somos todos”. ¿Qué clase de actitud es esa ante un cliente interesado en consumir sus servicios? A parte de ser sus clientes desde que aún eran Telemovil, es decir, hace mucho tiempo.
Deberían de capacitar mejor a sus empleados, o deshacerse de personas tan ineptas como él, quien se hace llamar gerente, ya que el único “beneficio” que brindan a su empresa es perder clientes (caso seguro con mi familia) que les han pagado y engordado sus bolsillos por quién sabe cuántos años. Los Salvadoreños presentamos un alto consumo en telefonías, y creo que merecemos un servicio al cliente de alta calidad, no como el brindado en este caso por Tigo. De verdad, son una decepción.
Espero presten atención a esta queja y no la ignoren. Hoy en día las empresas no saben comportarse a través de los medios. Huir y hacer caso omiso a las crisis no es la respuesta. Enfrenten sus deficiencias.
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